El caballo peruano de paso a ritmo de marinera en La Libertad
La salerosa marinera, el coqueto baile de la mujer que domina y ejerce poder de seducción en su pareja, es una de las atracciones de nuestra danza nacional, sin embargo, aquella mujer que con la misma galantería danza al ritmo de un caballo peruano de paso demuestra un espectáculo admirable.
Y es de esta manera, así de diversa es la marinera, que en Trujillo se celebra por todo lo alto en la organización por parte del Club Libertad durante 53 años, quizá el evento más importante del Perú que es replicado pero jamás igualado.
El caballo peruano de paso tiene fama universal como ahora la marinera que en el marco de la presente edición se realiza el 3° concurso mundial, ambos elementos material e inmaterial van siempre de la mano como parte del folclore peruano.
Considerado como el mejor caballo de silla del mundo, por ser el de andar más suave y por su forma de caminar a cuatro tiempos, gracias a la fusión de razas logró esa genética especial, que se luce aún más con el control del chalán y se caracteriza por el uso de sombrero de paja, camisa y pantalón blanco con poncho.
Nuestro caballo de paso peruano, es considerado Patrimonio Nacional, destacando su traslado lateral, de un andar con ritmo y armonía, tiene en la localidad de Paiján al norte de Trujillo un lugar generador de las mejores especies que han trascendido fronteras.
En los potreros del reconocido criador de caballo de paso, Aníbal Vásquez, surgió la leyenda del "Sol de Paiján", ganador de cuanta competencia ha habido logrando obtener el reconocimiento de Laureado. Tanto así que se convirtió en un padrillo que dejo como herencia distintas generaciones de campeones.
En Trujillo, Santiago Espejo Cruz, es conocido como "El Chalán", quien a pesar de sufrir sordera, esto no ha sido impedimento para desenvolverse y convertirse en uno de los mejores preparadores de caballos de paso en esta parte del norte del Perú. Espejo Cruz ha moldeando a diferentes caballos que han ganado títulos, siendo su trabajo reconocido hasta en el exterior, pues laboro más de un lustro en Canadá, en el rancho más grande de ese país.
El garbo propio del caballo peruano de paso, más de mil 200 parejas participantes provenientes del todo el mundo y unas 8 mil personas en las graderías del Gran Chimú, aplaudiendo cada paso de los danzantes son una muestra clara del éxito de un concurso que traspasa fronteras y se encamina a cautivar aún más corazones con su ritmo saleroso y seductor.
Una hermosa tradición, el cualquier evento costero nunca puede faltar sus caballos de paso presentando majestuosamente al ritmo de la marinera sus dotes de bailar y la habilidad de los chalanes del dominio de sus monturas, simplemente hermoso, las maravillas que posee el Perú
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